lunes, 16 de marzo de 2015

Isla Perdida: Los secretos del poder, de Manuel Navarro

Hoy traigo a mi scriptorium la última novela de Manuel Navarro: Isla Perdida: Los secretos del poder, una historia que tuve la suerte de leer antes de ser publicada.
Ya he dicho en otras ocasiones que me gusta la prosa fluida y certera de Manuel, y cuando me dispongo a leer una de sus historias siento que voy a vivir en una montaña rusa de emociones. La empiezo con la cautela de quien sabe que va a ser sorprendido, y soy consciente de que no siempre va a gustarme la suerte que correrán los personajes.

Isla Perdida es una novela con un argumento muy actual. Con un panorama político como el que tenemos ahora en España, no resulta difícil imaginar unas futuras elecciones donde el voto mayoritario de la población fuese en blanco. Esto es lo que ocurre en Espanistán -me encanta el nombre-; el 85% de la población vota en blanco en las elecciones del 22 de mayo de 2016.
Julio, el protagonista de esta historia, es una de las personas que ha emitido su voto en blanco. Tal es su decepción política que además también envía un mensaje de texto animando a todos sus contactos a hacer lo mismo. Por este motivo, el gobierno decide encarcelarlo y recluirlo en una isla junto con otros ciudadanos acusados de sabotear las elecciones.

Manuel Navarro
La novela está escrita con el estilo inconfundible de Manuel Navarro; directo, sin florituras lingüísticas, donde nada sobra y nada falta. La atmósfera es tensa desde el principio, sin llegar a ser opresora, y mantendrá al lector pegado a sus páginas hasta el final.
Durante el transcurso de la lectura una pregunta me rondaba todo el tiempo: "¿Cómo va a terminar esto?". Tuve que aguantarme las ganas de que mis ojos corrieran por las letras hasta llegar a ese punto, y también tuve ganas de hacer trampillas y leerme el final.

Que conste en acta que no lo hice.
Aunque alguna vez lo he hecho.
Muy pocas.
Una o dos.
Tal vez alguna más...

Confieso que soy una lectora visceral, y que mi relación con los personajes es siempre muy emotiva (como debe ser para disfrutar plenamente de una lectura). Por eso en alguna ocasión me dejo llevar por ese flujo interno de emociones y me rebelo contra el destino de algún personaje. Eso fue lo que me sucedió con uno de los personajes de Isla Perdida, y no pude evitar hacérselo saber al autor.

Fue una reacción del tipo: ¿¡Qué!? ¡Nooo! ¿¡Por queeé!?

No desvelaré el nombre del personaje, como tampoco diré si Manuel Navarro hizo caso de mis lamentos de lectora compungida. Lo que sí os diré es que si os adentráis en esta historia delirante os encontraréis cara a cara con la angustia que sufre Julio, un hombre corriente, tranquilo, que respeta las normas, y que de la noche a la mañana ve cómo su vida da un giro tan radical como inesperado. No acaba de creerse que lo hayan detenido por enviar un simple mensaje de móvil, y todo le parece surrealista. Piensa que se trata de un error y que pronto podrá volver a casa. Pero eso no sucederá, al contrario, será enviado a una isla deshabitada junto a otros acusados de boicotear la elecciones.

El miedo inicial de Julio por verse en la cárcel va dejando paso a la impotencia y la frustración. Finalmente, las situaciones límite van provocando que germine en él un sentimiento de rabia profunda que lo llevará a desear la muerte de alguno de sus carceleros o incluso a matar.

Isla Perdida: Los secretos del poder  no deja de ser una parodia sobre lo que podría suceder ante un panorama de desencanto político cada vez más arraigado en la población, una recreación burlesca y a la vez inquietante que nos debería hacer reflexionar sobre cada una de las naciones demócratas que han caído en tiempos de fuertes decepciones políticas. No nos son lejanas en el tiempo, tan solo hace falta escuchar las noticias cada día.
Aparte del propio mensaje político, Isla Perdida ofrece también una perspectiva social, muchas veces contemplada en la vida real. Me refiero a la transformación que sufre Julio, el hombre tranquilo y plenamente integrado en la sociedad, incapaz de matar a una mosca, cuando se ve hostigado y empujado a situaciones extremas.

Una trama bien hilada donde se combinan los entresijos de un gobierno desesperado por mantenerse en el poder y unos simples ciudadanos que de pronto se ven inmersos en una telaraña de conspiraciones políticas tan bien descritas por el autor que consigue que se le quiten a uno las ganas de votar en blanco, menos aún animar a todos nuestros contactos de whatsapp a hacer lo mismo.

Por si acaso.
Recordad que las arañas rastreadoras son depredadores de bits que fluyen en el ciberespacio.
En el tuyo y en el mío. 





2 comentarios:

  1. Mayte:
    Muchas gracias. Me encanta la reseña. «[...] se le quiten a uno las ganas de votar en blanco, menos aún animar a todos nuestros contactos de whatsapp a hacer lo mismo».

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  2. Gracias a ti, Manuel, por escribir historias con una narrativa tan impecable y tramas tan interesantes. He disfrutado mucho de Isla perdida, las dos veces que la he leído, y tengo pendiente leer tu "Nevsky Prospekt: Diario de un expatriado. Un abrazo.

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