miércoles, 29 de abril de 2020

Daños colaterales


Para aquellos que me estáis preguntando cuándo sale esa novela mía en la que llevaba trabajando tanto tiempo, os diré que la novela ya está terminada y entregada desde hace un año, y que su fecha de publicación estaba programada para el próximo mes de junio. Incluso teníamos una primera propuesta de portada. Pero como el mundo se ha detenido de repente, la publicación se ha cancelado hasta... no sé bien hasta cuándo. 
De modo que toca fastidiarse con "j".

 La novela arranca en 1918, y mis personajes viven la pandemia de gripe española que causó en el mundo entre 50 y 100 millones de muertos; las cifras bailan bastante, como ocurre también hoy. 
No fue algo que hubiera planeado escribir, simplemente no pude evitarlo por la fecha en la que transcurría la historia, del mismo modo que las futuras historias que se desarrollen en 2020 no podrán evitar hablar del COVID-19.

Estudié a fondo la pandemia de gripe española (no era nuestra, pero como el mundo estaba ocupado matándose en la Primera Guerra Mundial y España era un país neutral, nosotros fuimos los únicos que hablábamos de ella en la prensa, ya que los diarios del resto de Europa y en América no lo hacían para no desmoralizar a las tropas desperdigadas por medio mundo. Así nos cayó el sambenito de poner nombre a una de las epidemias más letales de la Historia).

En aquella época, los medios que tenían para combatir un virus tan mortífero nos pueden producir hoy un ataque de risa nerviosa, haciéndonos dar las gracias al Destino, a la Providencia o a quien nos dé la gana, por haber nacido en este tiempo y no en aquel. 
Y, con todo  ello, con todo el avance de la ciencia a nuestro favor, ya veis lo que está pasando. 

Lo curioso de aquella gripe, era que no solo no afectaba a los niños, sino que tampoco parecía afectar
mucho a los ancianos. A esa gripe asesina le gustaban los cuerpos sanos y fuertes: los jóvenes, entre los que causó verdaderos estragos. Desde luego, en una Europa de trincheras con millones de hombres conviviendo estrechamente en los campamentos militares, se puso las botas, nunca mejor dicho. Algunos estadistas dijeron, incluso, que la guerra la había ganado la gripe  y no los ejércitos.

Mi novela se desarrolla en las Palmas de Gran Canaria, donde la gripe llegó más tarde que a la Península debido al estricto bloqueo naval impuesto por los submarinos alemanes durante la PGM. Estuvieron un tiempo protegidos del  virus, es cierto, pero el bloqueo tuvo terribles consecuencias en su economía, enfocada a la exportación de plátanos y tomates. Las principales compañías de exportación eran británicas,  lo mismo que las compañías que llevaban a Las Palmas carbón procedente de Liverpool para abastecer a los buques en tránsito en la ruta de tres continentes. De modo que imaginad el ahínco con el que vigilaban los submarinos alemanes las costas canarias. 
Con este panorama os podéis hacer una idea de la gran fiesta que se montó en el puerto de La Luz para recibir al primer barco que llegó a Las Palmas al finalizar la guerra. 
Pero con los barcos también llegó la gripe. 

Ya nadie hablaba de germanófilos, aliadófilos o beligerantes. Ahora solo se hablaba de "la fiebre de los tres días", porque ese era el tiempo que  la gripe tardaba en matarte. Del "soldado de Nápoles", porque la enfermedad era tan pegadiza como la canción. De "la maldita cucaracha", porque se desarrollaba y se extendía tan rápido como el insecto. Los más refinados se referían a ella simplemente como "el mal de moda". (Extracto de la novela)

Leer la prensa de aquellos días en el Museo Canario, con las hojas de los periódicos centenarios deshaciéndoseme en los dedos, fue una experiencia vital para poder plasmar en la novela todo lo que ocurrió aquellos días. 
Poco podía imaginar yo, que muy pronto nos tocaría a nosotros vivir algo parecido. 

4 comentarios:

  1. Nadie podía imaginar nada de lo que estamos viviendo. Tengo muchas ganas de tu novela, de que todo pase y la pueda disfrutar. Ojalá vuelva la normalidad y se metan por donde les quepa la "nueva normalidad" ese eufemismo para no decir que esto va a ser una mierda.

    Perdón, la pandemia me tiene frita.

    Besos

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  2. Me parece súper interesante el tema quebrrata la novela. Es un cambio bastante grande con respecto a las anteriores, que ganas de leerla y más por las coincidencias del momento que narras y el presente. Es una pena que aplacen la publicación hasta nuevo aviso. Podrían al menos ponerla en versión electrónica y adaptarse al mercado actual. Besos

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    1. Sany, la novela trata unos sucesos y una época muy poco conocidos de nuestra historia o, al menos, injustamente olvidados. Ha sido un gran esfuerzo reunir toda la documentación necesaria para retratar con fidelidad aquel tiempo, pero creo y deseo que el resultado valdrá la pena. Es mejor esperar el momento óptimo, y ahora no lo es. Y tienes razón, es un gran cambio con respecto a las otras. Un abrazo.

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